Al igual que hay cosas que se rompen y no
merece la pena arreglar, lo mismo sucede con ciertas personas y asociaciones,
lo que se rompió mejor dejarlo atrás.
Cuesta mucho más arreglar algo que
cambiarlo, es preferible trabajar más para obtener lo que se necesita para
comprar algo nuevo que arreglar algo viejo. También cuesta mucho más arreglar
una relación rota que comenzar una nueva y encima dejas a la otra persona que
también comience una nueva relación.
No podemos aferrarnos a lo que ya no
funciona, lo que apenas utilizamos, con el tiempo se deteriora más y, créeme,
la vida es demasiado corta, para andar mal viviendo, aferrándonos a lo que no
nos gusta.
Dejemos espacio para lo nuevo, sea amor o
sea algo material, en donde habitamos cada día se fabrica algo y personas que
nos deseen siempre hay. Cambia lo que cambiar puedas.
UN BUEN ABRAZO PUEDE SER UN SÍNTOMA DE
UNIDAD
No hay comentarios:
Publicar un comentario