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lunes, 25 de febrero de 2013




FELIZ MARTES

Todos nos debemos a la ley de la obediencia.
¿Obediencia a qué o a quien?
Obediencia a las leyes naturales, a las leyes establecidas para poder convivir, a los seres queridos, maestros, educadores, etc.
Lo mismo que de pequeños nos enseñaron a que siempre debíamos obedecer a los mayores, así mismo debemos mantener ese respeto ahora siendo mayores; siempre hay algún motivo por el que debemos obedecer, pero también tendemos a revelarnos a esa obediencia. Cierto es que el estado de rebeldía se manifiesta más de pequeños; pero aun así, también de mayores está presente esa rebeldía.
El mayor problema, bajo mi entender, es que no estamos educados para obedecer según nuestros principios y de ahí se deriva nuestra rebeldía.
UN OBEDIENTE ABRAZO

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